A pasos por el mundo

La educación por el mundo, ¿cómo mejorar la orientación al empleo del alumnado en España?

En esta segunda clase estudiamos los diversos modelos educativos de diferentes países, teniendo todos estos países algo en común, el éxito académico.

Es sorprendente cómo sistemas tan distintos pueden lograr el éxito académico. En esta entrada, me gustaría destacar las ideas principales que exponen los diferentes países para lograr su éxito.

En primer lugar, Corea del Sur, presenta uno de los sistemas educativos más exitosos, pero sin duda de los más duros que existen. Su sistema se basa en el trabajo duro y somete a sus alumnos a una gran presión. Este modelo educativo tiene la mayor tasa de suicidios de todos los que expondré, por lo que aquí me pregunto: el éxito, pero a costa de qué.

En su extremo opuesto tenemos a Finlandia. Prácticamente todos habremos oído de este sistema, sin exámenes, sin deberes y solo 20 horas semanales. Aquí promueven el aprendizaje basado en la experiencia, con actividades extracurriculares que complementan los intereses de los alumnos. ¿Qué opináis de este sistema? ¿Os gusta? Antes de que os mudéis allí, dejadme recordaros que los finlandeses en invierno no pueden salir prácticamente de casa por la nieve y que sus horas de luz brillan por su ausencia, así que, a los alumnos no les queda más remedio que pasar el invierno en casa, tiempo que aprovechan para realizar actividades educativas en familia.

Tras este sistema encontramos el Japonés, la tierra de la tecnología punta. Su sistema educativo se basa en el uso de tecnología punta, con el objetivo de que todos sus estudiantes reciban la misma educación. Además, cuentan con tutorías personalizadas en los días no hábiles. Este sistema educativo, desde mi punto de vista, se centra en el futuro y en preparar a los alumnos para un mundo dónde necesitarán conocer como funciona la tecnología.

Por otro lado tenemos a Holanda, donde los profesores son orientadores o entrenadores, el alumnado aprende por su cuenta y riesgo. El problema de este sistema es que algunos alumnos no son tan autónomos como otros y corres el riesgo de perder alumnos por el camino. Respecto a Canadá, su sistema se basa en el bilingüismo, probablemente debido a que las lenguas oficiales del país son inglés y francés. Lo bueno de este sistema me parece la multiculturalidad que posee.

En Singapur, los profesores se actualizan constantemente y son estrictos con sus alumnos, Reino Unido busca la innovación, Rusia el orden y la coordinación estatal, y en Estonia destacaré los centro educativos vocacionales, para orientar a los alumnos hacia donde enfocar su futuro. Este último concepto me parece realmente útil y lo comentaré más adelante, durante la explicación de la tarea grupal.

¿Qué os han parecido estos sistemas? ¿Cuál elegiríais? Antes de contestar a estas preguntas os dejo que leáis mi opinión.

Creo que en España deberíamos de buscar nuestro propio sistema educativo, podemos tomar ideas de otros sistemas, pero considero que debemos evitar copiarlos íntegramente. Las diferencias culturales entre los diferentes países expuestos es obvia, por lo que, para copiar su sistema educativo, en primer lugar, deberíamos de copiar su cultura, lo cual es prácticamente inviable.

Tras explicarnos los diferentes modelos educativos se nos plantea una cuestión grupal a la que hacer frente, ¿cómo podemos mejorar la orientación al empleo del alumnado?

En primer lugar, creo que esta cuestión debería abordarse desde la primaria. Los niños, por naturaleza, se van a identificar con las profesiones más conocidas, las que salen en los medios de comunicación o las que conozcan por parte de sus padres, ignorando así una amplia gama de posibilidades. Es, por tanto, que considero que a estas edades es importante inculcarles que existen más profesiones de las que conocen, si bien, sin profundizar en ellas, pero que se familiaricen mientras juegan. No olvidemos que son niños y que, por el momento, no tiene que enfrentarse al mundo laboral.

Tras esta etapa llegamos a la educación secundaria. En esta época creo que es importante estudiar el desarrollo del alumnado hasta que llegan a bachillerato. En esta fase creo que sería necesario introducir una figura que orientase profesionalmente a los alumnos. Debería de haber prácticamente uno por aula, centrándose en los puntos fuertes y débiles de los alumnos y cuál podría ser la profesión que mejor desempeñarían y en la que podrían ser felices. Esto implicaría unos orientadores, profesionales y actualizados, con amplios conocimientos del mundo laboral y de todas las salidas profesionales existentes. Hablando desde mi propia experiencia, cuando terminé bachillerato no sabía exactamente que camino seguir, por lo que me habría sido muy útil esta figura. Enlazando con los sistemas anteriores creo que sería útil tomar nota de las tutorías del sistema japonés y de las clases vocacionales del estonio.

Con relación a las clases vocacionales, también considero útil que se muestre a los estudiantes como son las carreras en realidad, cuales son las salidas laborales, remuneración problemática... Y creo que para esto podrían invitarse a profesionales de esas especialidades, pero sobre todo hacer prácticas. La única forma para saber si algo te gusta o no es probarlo en tus propias carnes. 

Y por último llegamos al ámbito universitario. En este punto me gustaría, en primer lugar, reflejar las experiencias de mis compañeros de grupo, los cuales recalcaban la dificultad que habían encontrado para hacer prácticas, tanto curriculares como extracurriculares. No solo por la falta de motivación de los empresarios de coger gente sino falta de interés de las universidades. Y es que las universidades cada vez preparan menos para el mundo laboral, se están quedando anticuadas, obsoletas. Una batalla que la Formación Profesional (FP) está ganando.

La FP está muy enfocada al ámbito laboral, los alumnos de este sistema salen listos para trabajar, nosotros, los universitarios, salimos sabiendo mucho de nada y poco de todo. Las universidades se están quedando obsoletas, les falta esas ganas por actualizarse, por adaptarse al presente y mirar al futuro, mientras que la FP está ganando peso.

Y hasta aquí esta entrada. ¿Qué opináis vosotros? ¿Habéis tenido alguna experiencia similar? ¿Cómo mejoraríais el sistema?

Muchas gracias por leerme y, ¡Hasta la próxima entrada!